Archivo de octubre 2008

Que hago con mis acciones

Ustedes sabrán que el Lunes me fui de shopping. Compré una posición que me gusta mucho a largo plazo.

Por esas casualidades de la vida, la acción subió como un 20% en la fiesta del Martes. Ese 20% no es nada despreciable para un retorno anual, de hecho, es el retorno anual de Warren Buffet en sus últimos años.

Sí, en un día el retorno anual de Buffet.

La pregunta que me hacen mis clientes, es si vender o no a estos precios.

Cada uno hizo lo que quizo, pero yo mantengo mi posición.

Tengo bastante confianza en que la posición en cuestión va a terminar rindiendo más de un 20% anual, desde el precio actual hasta niveles razonablemente cercanos a su valor intrínseco. Por supuesto que no pienso superar el retorno anualizado de un 20% diario, y miraría de reojo a cualquiera que me plantee un objetivo de ese tipo.

Sin embargo, el 20% anual en este tipo de posiciones es algo que se puede lograr con relativa seguridad. Sobre todo considerando los precios a los cuales se puede entrar por estos días.

El 20% diario en cambio, se puede lograr en situaciones absolutamente aleatorias, como la suba furiosa del Martes. De hecho, la posición en cuestión no fue lo único que subió ese día.

Yo mantengo mis acciones, prefiero estar haciendo algo que puedo hacer sistemáticamente a lo largo de los años, y no dedicarme a averiguar cuando se viene el rebote. En el casino por lo menos te invitan los tragos.

(DES) Confianza del Consumidor.

Hoy salió el número de confianza. Mínimos históricos de verdad.

No me parece demasiado sorprendente tampoco, hacen bien en desconfiar los consumidores.

Me fui de shopping

El mercado está bastante sólido en verde. Sin embargo una de las posiciones que más me gusta estaba bajando fuerte, y cerca de los mínimos esta tarde.

Así que aproveché para promediar precios.

Clientes: revisar casilla de email para enterarse del nombre.

Pertenecer tiene sus privilegios..

Bonos Argentinos

Me preguntaron acerca de la conveniencia o no de comprar algunos activos locales, como los bonos del estado que vienen cayendo muy fuerte.

Hace tiempo que vengo siguiendo los precios locales, porque me imagino que en algún momento se va a generar ahí una gran oportunidad. Nunca excenta de riesgos, por supuesto.

Les copio la respuesta textual:

Estimado XXX

El asunto es el siguiente.

Los bonos argentinos en general están baratos, y es probable que al menos los que vencen pronto se paguen, porque los K acaban de levantar un buen monto con las AFJP.

Hay tres cuestiones por las cuales no le tengo demasiado cariño a esos activos:

1- La plata de las AFJP no dura para siempre. Con lo cual, salvo que Argentina se reintegre a los mercados internacionales, el estado va a ser siempre un deudor peligroso, porque si no le cierran el presupuesto se mete en un problema serio.

Los países con crédito no tienen que preocuparse por esto, si un año no dan las cuentas se colocan algunos bonos y no hay problema. Acá la cosa es distinta, y no los veo apuntando a recuperar ese crédito por ahora.

2- No me extrañaría que hubiera alguna especie de canje de bonos cuando estos pasen a formar parte de las arcas del ANSES. A esta altura es imposible saber a que bonos incluiría y como sería el canje en caso de que se produzca, pero es una incertidumbre importante.

3- No se ve por ahora ningún catalista como para pensar en una mejora en el perfil de riesgo de estos bonos. Los activos argentinos en general están baratos, pero si la situación empeora van a seguir bajando.

Me parece que lo más probable es que termine siendo una buena inversión comprar activos locales a estos precios. Pero no creo que hayamos visto el mínimo, ni tampoco me siento confiado en cuanto a la calidad de los activos que estamos discutiendo.

Creo que la ecuación riesgo / retorno es mucho mejor en mercados internacionales, porque a largo plazo uno puede estar más confiado de que ciertas reglas de juego se van a respetar y los retornos posibles son muy altos.

Por ahora, el únco activo argentino que estoy empezando a mirar con cariño son los cupones atados al PBI. Me imagino que el gobierno no va a bajar las estadísticas de PBI por cuestiones de conveniencia política. En todo caso seguirán inflando el número y disfrazando la  inflación.

Sigue siendo una apuesta de riesgo, por supuesto.

Saludos

Se dice por ahí

«Este mercado es peor que un divorcio.

Ya perdí la mitad de mi dinero, y encima sigo casado»

Greenspan se equivocó. Pero la noticia es que se dio cuenta.

El ex Chairman de la Reserva Federal, admitió hoy haber cometido errores durante su mandato al timón de la Fed.

Si hay algo de lo que no caben dudas, es  de que las políticas de la Reserva Federal desde el 2001 en adelante tienen mucha responsabilidad en la crisis actual. No sólo las bajísimas tasas de interés ayudaron para que se emitieran todos los préstamos especulativos que se llevaron adelante y causaron los estragos que estamos viendo. Sino que Greenspan fue además un fuerte defensor del uso de derivados, apalancamiento y la desregulación absoluta del sistema financiero.

No se le puede adjudicar toda la responsabilidad de la crisis a un solo hombre. Personajes como mi amigo Fuld y muchos otros, también tuvieron enormes responsabilidades en el asunto. Sin embargo, no vendría mal repasar algunas de las declaraciones del Ex Chairman de la Reserva Federal.

Greenspan en el 2004  y 2005 (traduccion propia)

» Las mejoras en tecnologías informáticas, han permitido que los prestamistas lleguen a hogares con capacidades financieras previamente no reconocidas»

» El creciente uso de derivados y la sofisticación que implican en las maneras de medir y administrar el riesgo, son los factores que fortalecieron a nuestras instituciones financieras más grandes»

Estimado señor Greenspan:

No es cierto que las computadoras más modernas hayan creado el milagro de reconocer que ciertas personas, que antes no eran calificadas como solventes, en realidad eran prestatarios de alta calidad.

Los determinantes de la solvencia financiera de una persona son siempre los mismos, aún después de Internet. Si la gente no tiene los ingresos o la posición financiera necesaria para cumplir con sus deudas, la historia termina mal. No importa si el recibo de sueldo llega por mail, por fax o arriba de una mula. El asunto es que los números cuadren.

Los derivados no son necesariamente un mal del sistema financiero, pero claramente si se abusa de ellos pueden ser un problema. Sobre todo si los que se abusan son precisamente las mayores instituciones financieras. Precisamente, buena parte del problema tiene que ver con los abusos mediante derivados que permitieron a «nuestras instituciones financieras más grandes» tomar todo tipo de posiciones alocadas y esconderlas de sus balances.

Es justamente por el excesivo uso de derivados que se generó la crisis de liquidez, nadie le presta a nadie porque tiene muchas dudas acerca de los derivados que tienen en cartera. Ni siquiera quienes crearon esos derivados están hoy en condiciones de cuantificar y evaluar sus posibles perjuicios al sistema financiero global.

Greenspan estuvo bien advertido de las posibles consecuencias de todos estos excesos, y tuvo la posibilidad de actuar en consecuencia. Por lo tanto es, al menos en parte, responsable de la ecatombe financiera que estamos viviendo.

Hay que ser honestos, la verdad es que no se trata de un trabajo fácil. Tanto Greenspan como su sucesor Bernanke van a ser criticados mucho y siempre, hagan lo que hagan.

No puedo decir que yo lo hubiera hecho mejor. Lo que sí garantizo es que hubiera reconocido antes el error.

AFJP

No pienso decir absolutamente nada sobre este tema, la ilustración es de The Economist.

El chiste es de Nik, en La Nación.

Cazando el fondo de la crisis

En primer lugar, agradezco muchísimo a todos los que me contactaron con mensajes elogiosos  Aunque me tome mi tiempo, prometo responder personalmente a todos los mails, ténganme un poquito de paciencia por favor.

La idea en este post es buscar responder a una pregunta que me aparece cada día con más frecuencia. Al respecto de mi filosofía de comprar cuando el mercado está barato, muchos me preguntan acerca de si ya pasó el fondo de la crisis, o todavía puede esperarse que el mercado siga bajando.

En primer lugar, es fundamental aclarar que no creo que nadie pueda establecer un punto como ese con argumentos sólidos y sistemáticos. Es decir, se trata aquí de un ejercicio de probabilidades, y las probabilidades indican que no es muy probable, ni demasiado rentable, intentar anticipar los movimientos del mercado en el corto plazo.

Ahora bien, aclarado este punto, algunos comentarios para tener en cuenta al respecto.

Es importante tener en cuenta que el fondo de una crisis no es un día en particular ni un nivel de precios, se trata habitualmente de un proceso. Hace falta que el mercado demuestre que los mínimos marcados hace un par de semanas se mantienen. Esto quiere decir, una serie de alzas y bajas en las cuales el mercado no baje de los mínimos anteriores.

En todas las crisis anteriores, se produjeron subas violentas que terminaron siendo nada más que “suckers rallies”: subas de corto plazo para que el mercado depure los precios y termine confirmando si se mantienen o no los mínimos.

Este es un punto importante para tomar en cuenta por parte de quienes estén a la caza del mejor momento para entrar, no dejarse engañar por los movimientos de un par de días o semanas. El fondo suele ser un proceso y no un solo día.

En términos macroeconómicos, parecería que la situación crediticia (el problema de que los bancos no se presten dinero siquiera entre ellos, comienza a solucionarse). Plantear que se vislumbra un camino, de ninguna manera implica que el problema esté solucionado. Falta mucho por ver todavía, antes de poder establecer el fin de la parte financiera del problema.

Aún solucionado este problema, quedan por verse los efectos finales sobre la economía real. Todavía nadie puede establecer a ciencia cierta que tipos de inconvenientes derramará la crisis financiera sobre la economía real de los países alrededor del planeta.

Es decir, el escenario macroeconómico necesita todavía una solución concreta para la crisis financiera. Además de esta pata del problema, resta evaluar cuánto afectará la crisis a las economías reales. Es decir que, desde el punto de vista macroeconómico, todavía no hay ningún tipo de señales claras para señalar el fondo de la crisis.

¿Que hacer entonces?

Repartir la apuesta en el tiempo. La realidad es que los mercados ofrecen hoy oportunidades de inversión absolutamente extraordinarias, aunque también un importante riesgo bajista. Al menos por ahora.

A largo plazo, sin embargo, queda muy claro que estas oportunidades resultarán altamente rentables. Por este motivo, mientras más tentado se sienta el inversor antes las oportunidades, menos temeroso de la volatilidad de corto plazo, mayor será el porcentaje de sus activos que debería tener en acciones.

Los más conservadores, pueden esperar a que el panorama se aclare un poco. Claro que los mercados anticipan estas cuestiones, por lo cual es probable que deban entrar a precios más altos y en consecuencia puedan esperar menor rentabilidad. En este caso hay que tener cuidado de no comprar en un rebote de corto plazo, debido a que en ese caso terminamos comprando caro y en un mal momento.

En todos los casos, se trata siempre de un tema de porcentajes, no de una cuestión todo o nada. Un inversor de mayor riesgo podría tener un 75% de sus activos disponibles para esos fines comprado. Mientras que uno conservador podría mantener 25% invertido y el 75% restante en cash, para entrar cuando aclare el panorama.

Desde la perspectiva del vaue investing, resulta más interesante comprar en las caídas que cuando el panorama despeja. Si consideramos que el verdadero riesgo es realizar una mala inversión de largo plazo, y no la volatilidad, mientras más barato compramos mayor rentabilidad y menor riesgo de equivocarnos.

Personalmente, estoy comprado y pienso seguir comprando. Oportunidades como estas no se dan todos los años.

Hasta Buffett lo grita a los cuatro vientos. No digan que no están avisados.

Como reconocer una burbuja

No es ninguna novedad que la crisis actual se produjo en base a una burbuja crediticia ligada principalmente al mercado inmobiliario.

Burbujas a lo largo de la historia han habido muchísimas, desde las puntocom, hasta los bienes raíces en Japón en la década del 80. O la burbuja de los tulipanes holandeses en el siglo XVII.

Seguramente también veremos nuevas burbujas en los próximos años, el paso de la euforia a la depresión es parte integral de los mercados financieros. Las decisiones de compra y venta las toman seres humanos, personas sujetas a los arrebatos de codicia y pánico y, sobre todo, al comportamiento en manada tan evidente en estos días.

Considerando entonces que estos excesos son algo permanente en los mercados, bien nos vendría considerar algunas herramientas para detectar burbujas.

Llamamos buburbujas a los períodos en los cuales los precios de los activos se hacen claramente superiores al valor de los mismos. Cuando los precios de las acciones de tecnología son mucho más elevados que el valor de las compañías, calculado en base a sus ganancias esperadas, hay una burbuja de acciones tecnológicas. Cuando los precios de las propiedades están fuera de órbita en relación al poder adquisitivo real de las familias, se genera la burbuja de crédito inmobiliario.

Cuando el consenso del mercado es que algo va a seguir subiendo de precio, sin importar la comparación entre niveles actuales y valor, hay una burbuja. Todos compran porque piensan que el precio va a seguir subiendo y los precios suben porque todos quieren comprar.

Para detectar las burbujas, entonces, debemos prestar mucha atención al ánimo del mercado. Cuando abunda el optimismo, es hora de empezar a desconfiar.

David Lereah es el director del NAR, que sería en EEUU algo así como la asociación de tasadores y vendedores inmobiliarios (National Agency of Realtors). Por supuesto que este sector se vio muy beneficiado por los aumentos de precios y actividad durante la burbuja.

Para contrarrestar las opiniones que hablaban de burbuja en los precios de las propiedades, Lereah editó su propio libro, obviamente argumentando que el valor de las propiedades iba a seguir subiendo para siempre.

El dibujo de la tapa lo dice todo, el título de la edición 2005 decía: «¿ se está perdiendo el boom inmobiliario?». En el 2006 fue un poco más directo «Porqué el boom de real estate no va a  explotar, y como beneficiarse de ello». Así de éxplicito, así de equivocado.

El libro, de hecho, sigue a la venta en Amazon. Los comentarios de los lectores no son los más elogiosos, claro.

Ya saben, cuando algún «experto» le garantice que algo no puede bajar, salgan corriendo.

Aclaro

En la sección correspondiente, algunas aclaraciones sobre mi trabajo en base a las consultas recibidas


Mi Trabajo

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