En primer lugar, agradezco muchísimo a todos los que me contactaron con mensajes elogiosos Aunque me tome mi tiempo, prometo responder personalmente a todos los mails, ténganme un poquito de paciencia por favor.
La idea en este post es buscar responder a una pregunta que me aparece cada día con más frecuencia. Al respecto de mi filosofía de comprar cuando el mercado está barato, muchos me preguntan acerca de si ya pasó el fondo de la crisis, o todavía puede esperarse que el mercado siga bajando.
En primer lugar, es fundamental aclarar que no creo que nadie pueda establecer un punto como ese con argumentos sólidos y sistemáticos. Es decir, se trata aquí de un ejercicio de probabilidades, y las probabilidades indican que no es muy probable, ni demasiado rentable, intentar anticipar los movimientos del mercado en el corto plazo.
Ahora bien, aclarado este punto, algunos comentarios para tener en cuenta al respecto.
Es importante tener en cuenta que el fondo de una crisis no es un día en particular ni un nivel de precios, se trata habitualmente de un proceso. Hace falta que el mercado demuestre que los mínimos marcados hace un par de semanas se mantienen. Esto quiere decir, una serie de alzas y bajas en las cuales el mercado no baje de los mínimos anteriores.
En todas las crisis anteriores, se produjeron subas violentas que terminaron siendo nada más que “suckers rallies”: subas de corto plazo para que el mercado depure los precios y termine confirmando si se mantienen o no los mínimos.
Este es un punto importante para tomar en cuenta por parte de quienes estén a la caza del mejor momento para entrar, no dejarse engañar por los movimientos de un par de días o semanas. El fondo suele ser un proceso y no un solo día.
En términos macroeconómicos, parecería que la situación crediticia (el problema de que los bancos no se presten dinero siquiera entre ellos, comienza a solucionarse). Plantear que se vislumbra un camino, de ninguna manera implica que el problema esté solucionado. Falta mucho por ver todavía, antes de poder establecer el fin de la parte financiera del problema.
Aún solucionado este problema, quedan por verse los efectos finales sobre la economía real. Todavía nadie puede establecer a ciencia cierta que tipos de inconvenientes derramará la crisis financiera sobre la economía real de los países alrededor del planeta.
Es decir, el escenario macroeconómico necesita todavía una solución concreta para la crisis financiera. Además de esta pata del problema, resta evaluar cuánto afectará la crisis a las economías reales. Es decir que, desde el punto de vista macroeconómico, todavía no hay ningún tipo de señales claras para señalar el fondo de la crisis.
¿Que hacer entonces?
Repartir la apuesta en el tiempo. La realidad es que los mercados ofrecen hoy oportunidades de inversión absolutamente extraordinarias, aunque también un importante riesgo bajista. Al menos por ahora.
A largo plazo, sin embargo, queda muy claro que estas oportunidades resultarán altamente rentables. Por este motivo, mientras más tentado se sienta el inversor antes las oportunidades, menos temeroso de la volatilidad de corto plazo, mayor será el porcentaje de sus activos que debería tener en acciones.
Los más conservadores, pueden esperar a que el panorama se aclare un poco. Claro que los mercados anticipan estas cuestiones, por lo cual es probable que deban entrar a precios más altos y en consecuencia puedan esperar menor rentabilidad. En este caso hay que tener cuidado de no comprar en un rebote de corto plazo, debido a que en ese caso terminamos comprando caro y en un mal momento.
En todos los casos, se trata siempre de un tema de porcentajes, no de una cuestión todo o nada. Un inversor de mayor riesgo podría tener un 75% de sus activos disponibles para esos fines comprado. Mientras que uno conservador podría mantener 25% invertido y el 75% restante en cash, para entrar cuando aclare el panorama.
Desde la perspectiva del vaue investing, resulta más interesante comprar en las caídas que cuando el panorama despeja. Si consideramos que el verdadero riesgo es realizar una mala inversión de largo plazo, y no la volatilidad, mientras más barato compramos mayor rentabilidad y menor riesgo de equivocarnos.
Personalmente, estoy comprado y pienso seguir comprando. Oportunidades como estas no se dan todos los años.
Hasta Buffett lo grita a los cuatro vientos. No digan que no están avisados.